El Camino Xacobeo Miñoto-Ribeiro es una de las rutas más antiguas y menos conocidas que conducen a Santiago de Compostela. Esta vía, utilizada durante siglos por peregrinos y comerciantes, es testigo de una rica historia que se refleja en numerosos documentos antiguos. A lo largo de sus kilómetros, el camino ha servido como un nexo de unión entre el norte de Portugal y Galicia, facilitando no solo la peregrinación a la tumba del Apóstol, sino también el intercambio comercial y cultural entre ambas regiones.
La ruta del Camino Miñoto-Ribeiro se caracteriza por su diversidad paisajística, que ofrece al caminante un recorrido a través de frondosos bosques, valles fluviales y pequeños pueblos cargados de historia. Además de sus paisajes naturales, este camino destaca por su conexión con el termalismo, una tradición muy arraigada en la provincia de Ourense. Las aguas termales que afloran en muchos puntos del recorrido han sido apreciadas desde tiempos romanos, convirtiendo el camino en una experiencia de bienestar y espiritualidad.
Pontedeva se encuentra en una de las primeras etapas del Camino Miñoto-Ribeiro tras la entrada a Galicia desde Portugal. En esta etapa, que parte desde Padrenda y continúa hacia Cortegada, los peregrinos tienen la oportunidad de conocer la tranquilidad y el encanto rural de Pontedeva, un lugar ideal para descansar y disfrutar de la hospitalidad gallega antes de continuar su camino.
Al transitar por la provincia de Ourense, el Camino Xacobeo Miñoto-Ribeiro atraviesa varios municipios llenos de encanto y patrimonio. Desde Padrenda hasta Beariz, pasando por Pontedeva, Cortegada, Arnoia, Ribadavia, Beade, Cenlle, Leiro y Boborás, cada uno de estos lugares ofrece al peregrino la oportunidad de descubrir tradiciones centenarias, disfrutar de su gastronomía local y sumergirse en la hospitalidad gallega. Especial mención merece Ribadavia, conocida por su casco histórico y su vínculo con la cultura del vino, en especial con la Denominación de Origen Ribeiro.
El Camino Miñoto-Ribeiro no es solo un trayecto físico, sino también una experiencia que conecta el pasado con el presente, donde cada paso permite al peregrino acercarse no solo a su destino final en Santiago de Compostela, sino también a la esencia más auténtica de Galicia.